Felicidad

-¿Que es la felicidad?- preguntaste en un susurro mientras el cielo se ennegrecía, podía oír las gotas de lluvia repicando en la ventana del antiguo apartamento donde habías decidido pasar aquella noche, entre mis sábanas que hacían de tu cuerpo una escultura de diosa griega, no eras perfecta, nunca lo fuiste, y eso te hacía perfecta.

Pero mi silencio te impacientaba, así eras, impaciente, curiosa. Hay personas que son un mundo, tu eras un universo, alguien que, de solo asomarse, entraba vértigo, pero quien se atrevía a mirar, a permanecer incluso en la oscuridad, llegaba a descubrir cosas maravillosas, cosas que no se pueden encontrar en otras personas, la delicadeza del tacto aterciopelado de un pétalo de rosa y el olor a satisfacción en el aire, son cosas que jamás antes pude llegar a sentir.

-¿Que es la felicidad? ¿Que es para ti?- Bendita insistencia que hace que tus ojos brillen. ¿Cuando volverán a brillar así? Temo se haya apagado para siempre.

-Esperas que diga que la felicidad eres tu, el poder mirarte y admirarte, pero no, nada mas lejos de la realidad, pues la felicidad no existe, no como tal, la buscamos desesperadamente y morimos en el intento, pensando que sin esa felicidad no somos nada. La felicidad no existe, se camufla en otros nombres. La felicidad es el tiempo, puede ser un reflejo, un refresco o el mar, puede ser un llanto, o los desvaríos de una mente enferma de madrugada en su cama, escribiendo con el móvil. No tocamos, ni siquiera sentimos felicidad, pues si fuéramos capaces de definirla, dejaría de existir.- Y sonreiste, satisfecha, acurrucandote, adoraba la forma en que tu pelo caía por tu rostro totalmente errático...

Y desapareciste, se fue el brillo de tus ojos con el paso del tiempo, encerraste tu universo para ti, cansada de los que solo miraban para tirar basura, y nunca mas volviste a sonreír como lo hiciste en aquella cama, aquella noche.

Felicidad es lo que te arrebataron.

Perdida

Miró alrededor. ¿Donde estaba' ¿Dónde se encontraba? La espesura del bosque y la niebla no le permitían ver mas allá de unos metros delante suyo. Corrió con todas sus fuerzas, arañándose las piernas con los matojos, golpeándose con las ramas y rompiendo los bajos d su hermoso vestido blanco, ahora hecho jirones.
"Perdida", se repitió a si misma, "Estoy totalmente perdida". Gritó y corrió por doquier, salir, tan solo deseaba salir de aquel lúgubre lugar, solo quería escapar. Pronto la fuerza de sus piernas se agotó, ya no podía seguir corriendo y siguió andando; sus pasos eran pesados, ya no importaba la sangre que corría por sus piernas, luego dejó de importarle el dolor y luego el cansancio, al final dejó de importarle todo, dejó de pensar y de sentir, su instinto de supervivencia se apagó tal cómo lo hace una llama de vela ante una corriente de viento.
Se tumbó en el suelo, vencida, dejando que la oscuridad viniera a envolverla.

El

Sus labios...
Había sido tan solo un leve roce, una caricia, sus labios junto a los de ella, pero aun así esa imagen la obsesionaba, la abstraía y hacia que su soledad fuera aumentando.
Lo quería junto a ella, el roce de sus manos, su sonrisa, sus abrazos, su cuerpo, sus besos, todo, lo quería todo y a todo momento, quería volver a sentirse protegida, oír los susurros que el le dedicaba, a ella, eran solo de ella, y los guardaba con celo para revivirlos cada instante en su memoria. Quería estar con el, no separarse, quería volver a reír, volver a escuchar su voz... Esa voz que la transportaba a los parajes mas insólitos, la voz que hablaba de sentimientos sin mentarlos, la voz de los susurros que se convertían en caricias que recorrían su cuerpo...
Se le erizó el bello de la espalda, tan solo su recuerdo le provocaba esas sensaciones, y sabia que no podia estar sin el, se dió cuenta la primera vez que una sonrisa afloró porque sí de sus labios, lo supo en el momento en que vio aquellos ojos mirándola distraídamente, lo supo en el momento que las manos rozaron su pelo, lo supo en el momento que la atrajo hacia el, con susurros, con la mano apoyada en su cuello, pidiéndole a gritos silenciosos que unieran sus labios una vez más, tan solo una...
Desde aquel momento supo que jamás podría olvidar ese beso, ni esos labios...

Tammy

Otra vez.

Azaak estaba anegada en lágrimas, otra vez le habían vuelto a fallar, y es que la culpa era suya, por confiar en la gente, ahora se veía sola, sola rodeada de un montón de gente que le decían tender sus manos, pero no estaban, no estaban cuando ella realmente los necesitaba.
Sus temores se incrementaron, lo peor que le podía pasar le estaba sucediendo, lo que tanto había temida se perpetuaba delante de sus ojos, se hacia realidad, lentamente, marcándola a hierro, con total desazón.
No podía mas, no podía seguir así, tomó una decisión, ¿De que servía esa existencia? No valía la pena.
Esa noche, Azaak murió, y aquellos que le negaron su ayuda, lloran falsas lágrimas entorno su cuerpo inerte.

Il inno di Morte.

"Tempra la cetra e canta
il inno di morte"


Ella caminaba por un bosque oscuro, veía los fantasmas de su pasado ocultos entre los arboles, espiándola mientras avanzaba lentamente hacia aquel claro de luz.
Su cuerpo tembló y su rostro se llenó de lágrimas rojas, sus pies no le respondían y su pecho se negaba a respirar, el miedo se apoderó de sus sentidos, derrotada se dejó caer, sus rodillas se hincaron en un manto de hojas secas y un grito de lamento la desgarró desde lo mas profundo de su ser, mientras lloraba desconsolada una dulce música la envolvía, tranquilizándola, primero tranquila, suave, y cada vez mas intensa, se giró asustada, intentando ver de donde provenía, se puso la mano en el pecho, provenía de ahí, provenía de su ser. Escucho la melodía lentamente, mientras una voz le hablaba, "canta per me" le decía, una y otra vez, "canta per me"...
La chica abrió la boca, mas por impulso que por saber lo que hacia, y unas palabras desconocidas empezaron a brotar de su boca, palabras que acompañaban a la música de su interior, y algo la impulsó a andar.
Escuchó la letra, atentamente, "il inno de la morte"... El himno de la muerte, le estaba cantyando una canción de amor a la muerte, sus pies, cada vez mas livianos, llegaron al claro que había divisado, allí, en el centro, una gran tumba de mármol negro, con una inscripción: "Tamara 31.08.2011".
La chica la miro tranquila, sonrió y se tumbo sobre la fría piedra.


Azaak

Sentidos.

Y tus sentidos vuelan, se desperezan, huyen, corren, sin pararse por nada, por nadie, eres libre, libre como el viento, como la lluvia temprana mojando tu cuerpo desnudo, como el olor a hierba recién cortada, te evades, sueñas, sientes, el tacto de las sabanas rozando tus pechos, el calor de el abrazo de esa persona... Y eres agua, río, mar, océano, tu pecho se abre para que todos tus sueños fluyan junto a ti, sin sentido, sin porque, sin razón... No eres carne, no eres hueso, ni músculo ni sangre, tan solo eres alma, todo tu en el nada y, sin embargo, lo eres todo... Imaginas, mientras lees, escribes, o simplemente observas, sus manos recorriendo tu piel desnuda, acariciando tu pelo, como besa tus hombros, y sin embargo no es el, no es ella, no eres tu ni nadie, son y eres todo.
Miras la vida pasar, colores, sonidos, luces y música, todo da vueltas a tu alrededor, y no ves nada, no oyes nada, todo queda en tu memoria retenido de por vida, pero ante tus ojos ha pasado milésimas de segundo. Sientes la energía fluir, corres, corres por en medio de tu vida, entre cañizales, por las nubes, por los deseos y los anhelos,  los recuerdos, la memoria, y estas quieto, alargas las manos, tocas el aire, notas como te rodea, como te acaricia, como te besa, como te susurra palabras de amor, y sin embargo no corre una gota de brisa... Te balanceas a ritmo de un a música acompasada, ves luz, pero tu alrededor esta oscuro, tus manos sobre un teclado, pero no son ellas las que teclean, es tu alma incitando a un sutil baile a tus dedos, todo fluye, puedes notarlo, puedes sentirlo, y aunque no este a tu lado puedes notar su amor, su cariño,sus brazos y su alma.
Todo vuelve a empezar, sientes miedo, ira, ternura, amor, sientes porque eres capaz de hacerlo, porque quieres, aunque no quieras, porque puedes, aunque no puedas, porque debes, tan solo te dejas llevar, momentos sin sentido te arrebatan la razón, momentos con el mayor sentido del mundo, y es tu sueño, es tu deseo, es ese amor que tienes por dar hecho palabras, es odio, es ira, es ternura, es una nana cantada a un recién nacido.
Y tu eres agua, hielo, sueño y esperanza, eres ese perfume guardado en un bote pequeño, rojo, que encandila los sentidos, eres el, su pelo largo, sus manos dóciles, y eres ella, sus rizos, su melena pelirroja, su cuerpo, tu cuerpo, vuestros y de todos, a la vez de nadie, y lo eres todo cariño.


Duerme....


Tammy

Ebony

Ebony se tumbó en la cama, las lágrimas recorrían sus mejillas, suavemente, se abrazó a si misma, se regalo caricias pensando que eran sus manos las que le abrazaban y acariciaban, le echaba mucho de menos. Miró al cielo, deseando que el mirara ese mismo cielo, esa misma luna, las estrellas danzando en el firmamento infinito... ¿Pensaria en ella? Le consolaba pensar que si, aunque una espina clavada en el corazón le decía que no... ¿Por qué todo tenia que ser tan difícil?

Se abrazó a su almohada, recordando su cuerpo, deseando que fuera el quien compartiera sus sabanas aquella noche... y siempre. Y como desearía poder tenerle al lado para decirle todo esto susurrándole al oído, aunque la respuesta fuera dolorosa, pero ella estaba acostumbrada al dolor, no le importaba un rechazo, había aprendido a controlar sus miedos, pero esta vez era diferente.

Quiso dejar de llorar, pero su alma estaba rota, las lágrimas caían incontroladas por sus mejillas, dejando regleros de dolor, llenos de aguas, y volvió a mirar al cielo, pensando en el.

Sabia que era absurdo, pero su vida se regia por lo absurdo, sabia que no debía, pero, entonces, ¿Por qué lo hacia? Su mente se llenó de preguntas, preguntas que no sabia o no podía contestarse. Quería poder chillar, salir, gritar al mundo... algo, no sabia el que, pero algo, correr, cualquier cosa.

La tierra sintió su dolor una suave lluvia empezó a bañar los asfaltos de las calles, Ebony se puso un vestido negro, sencillo, y salió al encuentro de su amada tierra, a buscar respuestas inexistentes, se fue al lugar donde ella pensaba, un sitio alto, aislado... Allí volvió a mirar el cielo, y la lluvia mojó su cara, camuflando sus lágrimas, y volvió a pensar en todo, todo lo que le rodeaba, todo lo que sentía, todo lo que vivía, todo por lo que vivía...

Miro las estrellas, pensando en el, aunque sabia que el no pensaba en ella.

"Cuando el alma queda herida en soledad, es cuando aprendes que tener a alguien a quién amas, es un regalo que debes cuidar y mimar. Azaak nunca se recuperó de aquella matanza.

Cuando aquella noche me dijo que la ayudara a huir, todos mis miedos y mis dudas desaparecieron. Amar a alguien es comprometerse, es pensar en tres: tú, yo y nosotros.

había encontrado el amor y no quería dejarlo escapar ¡Claro que la ayudaría!, incluso me iría con ella, pues si ella se va, yo volvería a encerrarme en vida"

Mägo de Oz.