viernes, 24 de junio de 2011

Desnudos.

Y tus manos recorrieron mi espalda desnuda, acariciando cada centímetro de mi columna con tus dedos, jugando con mi piel. Posaste tus labios sobre ella, unos labios cálidos, dulces, que me recorrían a besos, que me susurraban caricias y besaban cada milímetro de mi piel. Tus besos subieron por mi nuca, el cuello, llegaron a mis labios y me miraste, con esa mirada profunda, llena de ternura, llena de cariño, pero a la vez rebosante de pasión, tus manos acariciaban mi cadera mientras nos seguíamos mirando fijamente, como si el mundo empezara en ti y acabara en mi, no había nada alrededor, no había nadie, el único sonido que se percibía eran los latidos de tu corazón y tu respiración, pausada, tranquila.
Sonreíste, sonreíste de esa manera que me hace perder el sentido, mi cuerpo tembló y se me erizó la piel, el placer de tu tacto... Placer indescriptible corría por mis venas, no quería que ese momento acabara, jamás... Tu sonrisa cambió, la sonrisa dulce pasó a ser pícara y una mirada penetrante, no me dejaste reaccionar, tus labios encontraron los mios, en un vals interminable donde la razón había sucumbido ante la pasión, la mas tierna lujuria se apoderó de nosotros, muestras manos volaban por nuestros cuerpos desnudos, los besos se perdían en el aire, las palabras quedaban suspendidas en el ambiente totalmente frenético de nuestros cuerpos, moviéndose acompasadamente al ritmo de una música desconocida, caricias fugaces, besos fugaces movimientos fugaces y luego oscuridad...
Y tus manos recorrieron mi espalda desnuda...

Azaak

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